Entre 1996 y 2000 mi bolsillo derecho sufría cierto abultamiento.
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Se debía a la omnipresencia de un Nokia 9110, el Communicator. Muchos le llamaban "ladrillo" pero en realidad era un lingote. Ahora nos parece muy normal, pero en aquellos tiempos en que Internet iba a 56K y los móviles tenían el tamaño de un cachorro de gato era casi milagroso llevar en un solo aparato un teléfono móvil, un ordenador portátil (con procesador Intel 486 cuando en los sobremesa acababa de salir el Pentium) con teclado qwerty, que se conectaba a Internet, enviaba y recibía fax (algo que incluso hoy día no hace casi ningún dispositivo móvil), era un completo organizador personal con calendario, gestor de contactos, editaba documentos de texto y hojas de cálculo... incluso podía jugar al "Sim City".
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Conseguí adaptarle un módem y mediante un programilla podía conectarme a Internet pero desde la conexión del teléfono fijo, usando la tarifa plana y teniendo en la práctica un ordenador portátil que me cabía en el bolsillo.
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En fin, no hacía fotos, no tenía pantalla a color, no se podía ver pelis (aunque sí escuchar MP3)... pero era una maravilla tener en un bolsillo todo aquello.
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La serie Communicator de continuó evolucionando (9300, 9500...) y ahora Nokia anuncia, dentro de la gama profesional, el N900... que no puedo evitar pensar que ha sido creado con la nostalgia de los viejos Communicator. Han aprovechado para cargarlo de toda la tecnología posible, lo han dotado de una pantalla táctil, cámara de 5 megas (¿por qué no al menos una de 8?) y para los que seguimos teniendo esa atracción indefinible por apretar botoncicos, un teclado qwerty deslizable.
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Me imagino que terminará costando un dineral y salvo Primitiva o inesperada herencia igual dentro de un año o dos (si no aparece otra cosa mejor, tipo iPhone con cámara de 8 megas) termina pasando por mis pecadoras manos. Seguiremos informando, pero mientras no os perdáis el espectacular video de presentación.
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