Zune contraataca

Microsoft perdió una de sus grandez bazas de convertirse en el líder hegemónico de la tecnología mundial cuando despreció en un primer momento el poder de Internet.

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Al carro de los navegadores se subieron Netscape y compañía (¿se acuerda alguien? ¿y de Mosaic?) y tardaron tanto en reaccionar que permitieron que otras compañías sacasen sus Firefox, Chrome y compañía y Explorer, aun mayoritario, permite resquicios. Lo mismo pasó con los buscadores y aunque ahora se afanan con Bing es Google el que la gran mayoría usamos para localizar información en Internet.

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Algo parecido sucedió con los dispositivos físicos de almacenamiento de información multimedia. Compañías pioneras como Creative o iRiver conquistaban pequeñas parcelas de ventas hasta que como casi siempre los genios de Cupertino (vamos, Apple) iluminaron al mundo con su iPod y todo cambió. Mastodóntico en su tamaño y en sus lentas reacciones los de Redmond (Microsoft) idearon una respuesta fallida, el Zune, que quedó a medio camino entre el fracaso y el desencanto.

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Mientra el iPod en sus múltiples encarnaciones amasaba millones de unidades vendidas por todo el mundo, consolidaba un modelo de dispositivo, un modelo de gestión de contenidos (iTunes), un modelo de diseño y un modelo de negocio en la comercialización y distribución de música (la tienda AppStore) que amplió a su gran invento, heredero de las funciones de reproductor multimedia con el añadido de la navegación por Internet, las comunicaciones móviles etc., el exitosísimo iPhone.

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Microsoft lleva años tratando de que su Zune crezca a la sombra del gigante, pero no terminan de dar con la decisión adecuada, desde un lanzamiento más que discreto a una distribución caso clandestina pasando por unos diseños y una elección de gama de colores de gusto discutible, una de las opciones más curiosas del aparato, la posibilidad de compartir contenidos con otro usuario de Zune a través de WiFi se consideraba casi utópica ante las escasas ventas del dispositivo y, por tanto, las escasa probabilidades de que en el área de cobertura de la señal coincidiesen dos propietarios de Zune.

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Ahora Microsoft vuelve a la carga con una actualización de diseño bastante acertada, un rango de precios y capacidad de memoria bastante interesante (unos 200 € para la versión de 32 Gb) y especialmente una interfaz que, inevitablemente inspirada en la de la familia iPod, logra ser fluída, atractiva, práctica y sí, molona. Además, el añadido de HD a la denominación Zune no hace sino indicar que está preparado para gestionar contenidos en alta definición, e incluso permite conectarlo a un televisor para reproducir en el mismo dichos contenidos, función que de momento no permite el iPod, aunque también hay que recordar que Apple suele ofrecer actualizaciones, remodelaciones y lanzamientos de esta gama de sus productos en septiembre y quizá en las próximas semanas podríamos llevarnos alguna sorpresa agradable en este sentido.

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Ayuda a todo ello la inclusión de unos procesadores Nvidia (como los de los ordenadores orientados a los videojuegos más avanzados) responsables de que la pantalla refleje con gran nitidez y calidad los movimientos de las imágenes. Además la pantalla responde a la tecnología OLED (diodos orgánicos de emisión de luz) que son la respuesta más avanzada en el campo de la imagen y que en poco tiempo irán sustituyendo los televisores LCD que tenemos en casa actualmente.

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Algunos especulan con que al igual que Apple ofrece dos dispositivos prácticamente identicos (iPhone, iPod Touch) con la única diferencia de la capacidad para realizar llamadas telefónicas, es posible que este nuevo Zune sea el embrión del futuro móvil de Microsoft. Pudiera ser. En cualquier caso parece que en esta ocasión al menos han dado con un conjunto de prestaciones competitivas y razonables, el precio no es disparatado y como base para un futuro competidor del iPhone no está nada mal.

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El nuevo Zune sale a la venta en USA el 15 de septiembre, aún no se sabe si llegara oficialmente a venderse en Europa y como no podía ser de otra manera funciona sobre el sistema operativo Windows CE, con lo que con un poco de suerte podría convertirse no solo en reproductor multimedia sino en una exitosa plataforma de juegos. Tiempo al tiempo.